El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido tuvo que invertir millones de libras en recursos adicionales para cubrir la falta de personal a causa de una histórica huelga declarada esta semana por los médicos residentes y los especialistas en reclamo de mejoras salariales en un contexto marcado por la crisis sanitaria y una inflación que alcanza el 6,8% anual.   Aunque ambos grupos habían protestado por separado en meses anteriores, esta es la primera vez que realizan una medida conjunta.   Los médicos han visto sus salarios erosionarse sustancialmente y están pidiendo que se restablezcan a los niveles de 2008.   A cada grupo se le impuso este año un aumento salarial subinflacionario por parte del Gobierno, y el primer ministro Rishi Sunak dijo que el 6% otorgado más una suma fija para los médicos residentes es "definitiva".   La Asociación Médica Británica (BMA) indicó en un comunicado que "es imperativo alcanzar un acuerdo para poner fin a este conflicto y prevenir futuras huelgas, especialmente con la llegada del invierno".   Esta protesta ocurre tras la reciente legislación gubernamental que determina servicios mínimos en caso de huelgas, generando fricciones con los gremio s médicos.