Rusia intensificó los ataques cerca de la ciudad de Avdiivka, en la región oriental de Donetsk, en Ucrania, y la ciudad nororiental de Kupyansk, en un intento por hacer avanzar la línea del frente antes de que empiece el invierno en ese hemisferio.   Moscú sufrió "pérdidas significativas" en la ofensiva, incluidos al menos 125 vehículos blindados y "miles" de bajas, dijo Kirby.   "No es sorprendente que las fuerzas rusas tengan una baja moral", agregó el funcionario.